Overblog
Edit post Seguir este blog Administration + Create my blog
18 diciembre 2009 5 18 /12 /diciembre /2009 18:03

VI

      No tuvo que esperar demasiado para encontrar la respuesta a esa pregunta, porque el día siguiente fue domingo. Se asombró de que se lo despertara temprano para oír misa, cuando no había visto una sola iglesia en los alrededores. Evidentemente la había. El cura que ese día fino a oficiar la misa como lo hacía desde antes de la llegada de Balduino y Anders y como seguiría haciéndolo en lo sucesivo se llamaba Fray Bartolomeo de Laisauria. Era un hombre de aspecto gruñón, bajito, de rostro curtido y muy duro y con muy contados mechones de cabello. Con él, como monaguillo, vino Hansi.

 

      ¡Con razón el sabandija apelaba a citas evangélicas e invocaba a Dios y la Virgen para que sus barrabasadas quedaran impunes!...

 

      -¿Alguien va a confesarse antes de la misa?-preguntó Fray Bartolomeo ni bien llegó.

 

      Anders levantó la mano. El cura se lo llevó a la cocina, sin pedirle permiso a Varg (se vio que a éste no le gustaba, pero que ya estaba resignado a esas intrusiones por parte del cura), porque no había en el primer piso otra división, otro cuarto con la necesaria privacidad para confesar. Fray Bartolomeo demoró mucho, mucho tiempo con él; tanto, que algunos comenzaban ya a cabecear cuando al fin concluyó la primera confesión.

 

      -¿Algún otro?-preguntó el sacerdote mientras Hansi preparaba los elementos para la misa.

 

      Balduino nunca había sido muy religioso, pero se sentía tan mal que pensó que tal vez fuera el momento de comenzar a serlo; de modo que decidió confesarse.

 

      Las dos sillas que había en Vindsborg estaban ahora en la cocina, para que pudieran sentarse confesor y penitente. El cura dio el ejemplo e invitó a Balduino a hacer otro tanto. Tras los prolegómenos de rigor, advirtió Fray Bartolomeo:

 

 

      -Tengo poco tiempo; de modo que sé breve. ¿Qué trastadas tienes en tu conciencia, grosso modo, hijo?

 

      -He sido terriblemente orgulloso y soberbio, hermano-murmuró Balduino, entre la amargura y la derrota-. Vos no imaginaríais cuánto.

 

      -¡Sí, sí, ya lo sé!... Linda porquería has sido durante años-refunfuñó el sacerdote con abrumadora franqueza-. Pero no te preocupes. Quedarás limpio luego de hacer la debida penitencia, y entonces sólo contará lo que hagas de aquí en más. También has protegido a los herejes, ¿no?

 

      -Obedeciendo a mis superiores en la Orden-admitió Balduino-. Pero fue lo correcto. Antes que herejes son seres humanos, algo que suele olvidarse al dictar contra ellos sentencias muy duras o al enviarlos al atormentador. Igual, a mí me interesaba sólo progresar en la Orden, cosa que jamás lograré-hizo una pausa, sintiendo que su amargura se acentuaba-. Mis motivos fueron mezquinos e indignos de un Caballero, pero la acción no lo fue. No me arrepiento del bien que hice.

 

      -Bueno... Más o menos lo mismo dijo tu escudero, y contra eso no tengo argumentos-respondió Fray Bartolomeo, pensativo, como intentando pese a todo encontrar y esgrimir alguno-. Pero dime: teniendo trato con herejes, ¿no habrás abrazado sus erróneas y perniciosas creencias?

 

      -¿Qué sé yo en qué creo?-preguntó a su vez Balduino-. Si hasta dudo de que Dios exista-se lamentó; y tan triste se veía, que Fray Bartolomeo se compadeció de él.

 

      -Siendo así, no podré absolverte-dijo con suavidad-. Dios existe, y dudar de ello es pecado. Pero nosotros, los hombres, somos como niños pequeños ante El. Ponemos a prueba la paciencia de nuestro Padre celestial trasgrediendo límites que están para ser respetados. Un día la paciencia se acaba y nuestro Padre nos da una soberana paliza. Tú recibiste dos: una a mano de los hombres-señaló el rostro todavía cianótico de su penitente- y otra más terrible, que vino de más arriba, muy merecida. Siempre que ocurre eso decimos que hemos sufrido mucho y que un Dios que permite que suframos no puede existir, sin darnos cuenta de que recibimos de la Divina Providencia lo que merecimos.

 

      -Ya sé que merezco lo que recibí-admitió Balduino, lleno de pesadumbre-, pero igual me duele.

 

      -Sí, pero ¿qué padre no se conmueve al ver llorar a su hijo tras darle una merecida paliza, y no lo levanta luego para consolarlo? Tras explicarle que obró mal y que no debe hacerlo más, todo queda olvidado, y entonces el padre da a su hijo todo lo que de bueno tiene para él.

 

      Las palabras de Fray Bartolomeo no eran muy diferentes de las exhortaciones de los Leprosos instando a Balduino a ponerse de pie, porque él podía hacerlo. En ese momento él no se sentía muy reconfortado por unas ni por otras, pero siempre las recordaría como voces que intentaban guiarlo por la senda correcta cuando andaba a ciegas al borde de un despeñadero.

 

      -Y deja de hacerme perder tiempo-dijo Fray Bartolomeo, gruñón otra vez-. Que no crees en Dios, has dicho. Si no creyeras, ¿qué estarías haciendo aquí?

 

      Y dio a Balduino la absolución que antes había dicho no poder concederle

Compartir este post
Repost0

Comentarios

Presentación

  • : EL SEÑOR CABELLOS DE FUEGO I
  • : ...LA NOVELA FANTÁSTICA QUE, SI FUERA ANIMAL, SERÍA ORNITORRINCO. SU PRIMERA PARTE, PUBLICADA POR ENTREGAS.
  • Contacto

Texto Libre

<td width="44" align="left"><a href="http://www.argentino.com.ar/" rel="nofollow" target="_blank"><img alt="argentino.com.ar" width="43" height="40" border="0"></a></td>

   <td><a href="http://www.argentino.com.ar/" title="directorio argentino" rel="nofollow" style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:10px;color:#1E4F81;text-decoration:none;line-height:12px" target="_blank">estamos en<br><span style="font-family:Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:13px"><strong>Argentino</strong>.com.ar</span></a><br>
     <div style="margin-top:2px;margin-bottom:3px"><a href="http://www.argentino.com.ar/" title="directorio argentino" style="font-family:Arial, Helvetica, sans-serif;font-size:10px;color:#999999;text-decoration:none;line-height:10px" target="_blank">directorio argentino</a></div></td>
    </tr>
   </table>
 </td>
  </tr>
</table>

<iframe src="http://www.thob.org/barra.php?blog=fch7qg3kmpd9w5nv" name="voto" id="voto" width="55" height="200" scrolling="no" frameborder="0" framespacing="0" border="0"></iframe>

Enlaces